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Cáncer de próstata: Cirugía robótica

Contenido

Prostatectomía radical robótica

¿Qué es el robot Da Vinci?

El Robot Da Vinci es un sistema quirúrgico muy avanzado que utiliza tecnología robótica para asistir a los cirujanos en procedimientos médicos. Su principal ventaja radica en la precisión y destreza que proporciona al cirujano permitiendo una visión tridimensional aumentada y una maniobrabilidad con los dedos de enorme precisión. Al utilizar consolas de control remoto, los cirujanos pueden realizar intervenciones con movimientos mucho menos invasivos. 

Cirugía de Próstata - Robot Da Vinci

Para los pacientes, esto se traduce en beneficios significativos, como una recuperación más rápida debido a incisiones más pequeñas, menos dolor postoperatorio y una reducción en las posibles complicaciones. Además, el Robot Da Vinci permite abordar áreas anatómicas de difícil acceso de manera más eficiente, lo que puede ser especialmente beneficioso en cirugías complejas como es el caso de la próstata. En resumen, este sistema quirúrgico mejora la experiencia del paciente al combinar la experiencia del cirujano con la precisión y la tecnología avanzada del robot.

¿En qué consiste la prostatectomía radical robótica?

La prostatectomía radical robótica es un procedimiento quirúrgico diseñado para eliminar el cáncer de próstata. Para ello, el urólogo utiliza un sistema quirúrgico asistido por robot para extirpar la próstata de manera precisa.  

Robot Da Vinci - Cirugía de Próstata
Durante la cirugía, el cirujano realiza pequeñas incisiones y controla el Robot Da Vinci desde una consola remota. Este sistema proporciona una visión tridimensional detallada y herramientas quirúrgicas precisas, permitiendo al cirujano realizar movimientos delicados con mayor exactitud.

Las ventajas para los pacientes incluyen una recuperación más rápida y menos dolor postoperatorio, ya que las incisiones son más pequeñas en comparación con las técnicas tradicionales. Además, la prostatectomía radical robótica tiende a reducir el riesgo de complicaciones, como daño a los nervios circundantes que controlan la función eréctil y la continencia urinaria.  

En el siguiente video puedes visualizar de forma esquemática en qué consiste la prostatectomía radical asistida por robot: 

¿Soy candidato a una prostatectomía radical robótica?

De forma muy general las indicaciones para una cirugía robótica de la próstata no difieren de las relativas a la prostatectomía radical abierta o laparoscópica. Es decir, pacientes con un cáncer organoconfinado, con actividad biológica significativa y una esperanza de vida superior a 10 años. No obstante, cada caso es distinto y debe ser previamente valorado por un urólogo en experiencia en cáncer de próstata.   

Entre las contraindicaciones relativas encontraríamos: procedimientos quirúrgicos previos pélvicos por perforación de víscera hueca y peritonitis, cirugía oncológica pélvica o radioterapia a dicho nivel. Situaciones que incrementan la complejidad del procedimiento pueden ser la obesidad severa (índice de masa corporal > 40), la cirugía prostática transuretral o retropúbica previa, próstatas voluminosas(> 100 gramos), de crecimiento asimétrico o generoso lóbulo medio o pacientes con pelvis estrechas y bloqueo hormonal previo.  

Antes de la cirugía ¿qué debo saber?

  1. Opciones de tratamiento: Antes de la cirugía robótica, es esencial que el paciente comprenda todas las opciones de tratamiento disponibles. Esto incluye la cirugía, radioterapia, terapias hormonales y la vigilancia activa, donde el cáncer se monitorea de cerca sin intervención inmediata. Una discusión calmada y detallada ayudará al paciente a tomar una decisión informada basada en su situación específica y preferencias personales.
  2. Riesgos y beneficios: Conocer los riesgos y beneficios de la cirugía robótica es crucial. Aunque la cirugía robótica suele tener beneficios como una recuperación más rápida, menor pérdida de sangre y menor tiempo en el hospital, aún existen riesgos, como infecciones, sangrado y efectos secundarios. Comprender estos aspectos permitirá al paciente tomar decisiones conscientes sobre su tratamiento.
  3. Preparación para la cirugía: Antes de la cirugía, es importante seguir las indicaciones del equipo médico para prepararse adecuadamente. Esto puede incluir restricciones en la ingesta de alimentos o medicamentos, así como pautas específicas sobre la actividad física. Seguir estas instrucciones contribuirá a un procedimiento más seguro y una recuperación más efectiva.
  4. Recuperación: La recuperación después de la cirugía robótica generalmente es más rápida que con técnicas tradicionales, pero aún así es esencial comprender los posibles efectos secundarios. Estos pueden incluir incomodidad temporal, cambios en la función eréctil o la continencia urinaria. Tener expectativas realistas y seguir las recomendaciones postoperatorias ayudará a minimizar cualquier impacto negativo en la calidad de vida. Estas recomendaciones varian según el perfil clínico de cada paciente y por ello es importante hablarlo previamente con tu urólogo.
  5. Seguimiento postoperatorio: Después de la cirugía, se programarán revisiones médicas regulares para monitorear la recuperación y evaluar la efectividad del tratamiento. Estas citas son oportunidades para discutir cualquier inquietud o pregunta que pueda surgir durante el proceso de recuperación.
  6. Cambios en el estilo de vida: Se puede discutir la importancia de cambios en el estilo de vida, como mantener una dieta equilibrada y participar en actividad física regular. Estos cambios pueden favorecer la recuperación y mejorar la salud general del paciente a largo plazo. La orientación sobre cómo incorporar estos cambios en la vida cotidiana será beneficiosa para una recuperación exitosa.

Después de la cirugía ¿qué debo saber?

En términos generales, tras una cirugía sin eventualidades, el paciente puede ser dado de alta entre la primeras 24-72h. Generalmente lo hará con una sonda vesical que mantendrá de 5 a 10 días. Tras la cirugía debe tener en cuenta:   

  1. Monitoreo de síntomas: La presencia de síntomas como sangrado inusual, fiebre, dolor persistente o dificultades urinarias debe comunicarse de inmediato al equipo médico para una evaluación rápida y adecuada.
  2. Manejo del dolor: La gestión efectiva del dolor es esencial para una recuperación cómoda. Comprender la medicación prescrita, seguir las pautas y comunicar cualquier efecto secundario o inquietud al equipo médico garantizará un control del dolor eficaz.
  3. Cuidado de las incisiones: Son pequeñas, y siguiendo las instrucciones para el cuidado de las mismas se minimiza el riesgo de infecciones y se promueve una cicatrización óptima. Mantener las incisiones limpias y secas es fundamental para evitar complicaciones.
  4. Actividad física y descanso: Gradualmente reintegrarse a la actividad física bajo la orientación médica es esencial para evitar lesiones y permitir una recuperación efectiva. Equilibrar la actividad con períodos adecuados de descanso es clave para una recuperación completa.
  5. Rehabilitación y ejercicios de Kegel: Generalmente se produce una incontinencia urinaria (en grado variable) inmediata, que en la mayoría de casos en transitoria. La participación en ejercicios de Kegel, recomendados, fortalece los músculos del suelo pélvico, mejorando el control de la vejiga y la recuperación en general. En algunos casos, la rehabilitación física puede ser recomendada para optimizar la función muscular y reducir el tiempo de incontinencia. 
  6. Función sexual: Es importante comprender que la función eréctil puede verse afectada. Discutir abiertamente las preocupaciones con el equipo médico permite explorar opciones como medicamentos o terapia sexual para mejorar la función sexual y la calidad de vida. En ocasiones se puede indicar un tratamiento oral previo para optimizar la recuperación postoperatoria.
  7. Apoyo emocional: Reconocer y abordar cualquier preocupación emocional es esencial. Buscar apoyo de familiares, amigos o profesionales de la salud mental puede ayudar a gestionar el estrés emocional que puede acompañar al proceso de recuperación.
  8. Estilo de vida saludable: Adoptar una dieta equilibrada y participar en actividad física regular contribuyen no solo a una recuperación más rápida, sino también a una mejora general en la calidad de vida a largo plazo. Mantener hábitos saludables respalda la salud física y emocional después de la prostatectomía radical robótica.

¿Qué complicaciones puede tener esta cirugía?

Es importante que los pacientes estén informados sobre posibles complicaciones asociadas a la prostatectomía radical robótica. Aunque no es frecuente experimentar estos problemas, es esencial ser consciente de ellos: 

  1. Infección: Existe un riesgo de infección en las incisiones quirúrgicas o en el área circundante. Siguiendo las pautas de cuidado postoperatorio y reportando cualquier signo de infección al equipo médico, se pueden minimizar estos riesgos.
  2. Sangrado: Aunque la pérdida de sangre suele ser mínima con la cirugía robótica, en algunos casos puede ocurrir sangrado e incluso requerir una transfusión.
  3. Problemas urinarios: La incontinencia urinaria temporal es común después de la prostatectomía. Practicar ejercicios de Kegel y seguir las indicaciones del equipo médico puede ayudar a mejorar el control de la vejiga y reducir el tiempo de incontinencia.
  4. Disfunción eréctil: La función eréctil puede verse afectada después de la cirugía. Discutir con el equipo médico las opciones disponibles, como medicamentos o terapia sexual, puede ayudar a abordar este aspecto.
  5. Complicaciones intestinales o vesicales: En casos raros, puede haber complicaciones relacionadas con los órganos cercanos, como el intestino o la vejiga. Estas complicaciones pueden requerir intervención médica adicional.
  6. Estenosis uretral: La formación de estrecheces en la uretra es una complicación posible. Se puede requerir tratamiento adicional si se experimentan problemas significativos de flujo urinario.
  7. Hernia: Aunque poco común, la formación de una hernia en el área de la incisión es una posible complicación. Notificar al equipo médico sobre cualquier abultamiento o molestia abdominal es esencial.
  8. Reacciones a la anestesia: Complicaciones asociadas con la anestesia, como reacciones alérgicas o problemas respiratorios, son posibles. Es importante informar al equipo médico sobre cualquier síntoma inusual después de la cirugía.  

 

Es fundamental que los pacientes discutan estas posibles complicaciones con su equipo médico antes de la cirugía y estén preparados para abordar cualquier preocupación que pueda surgir durante el proceso de recuperación. 

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