¿Qué es la Vejiga Hiperactiva?
La vejiga hiperactiva es una condición que provoca una sensación repentina e intensa de necesidad de orinar, incluso cuando la vejiga no está llena. Se trata de un trastorno común del sistema urinario que puede afectar la calidad de vida de quienes lo padecen. Se caracteriza por contracciones involuntarias y repentinas del músculo de la vejiga, lo que resulta en una sensación urgente y frecuente de orinar.
La vejiga hiperactiva puede afectar a ambos sexos, aunque es más frecuente en mujeres.
** Conviene diferenciar la vejiga hiperactiva “simple” del síndrome de vejiga dolorosa/cistitis intersticial. En ocasiones, una vejiga hiperactiva puede cursar con DOLOR, PRESIÓN O DISCONFORT en la región suprapúbica y /o con la micción como síntomas principales. En este caso, cuando el dolor es el síntoma principal, hablaremos de “síndrome de vejiga dolorosa/cistitis intersticial” (SVD/CI), lo cual constituye una entidad clínica parecida pero con un manejo algo diferente.
* en el siguiente link puedes encontrar una presentación detallada del Dr Puche con mayor información acerca del síndrome de vejiga dolorosa o SDV/CI:
¿Cuáles son las causas de una Vejiga Hiperactiva?
La causa última de la vejiga hiperactiva se desconoce. Pero si que se sabe que está asociada a distintos procesos entre los cuales destacan:
- Trastornos neurológicos, como el ictus y la esclerosis múltiple.
- Diabetes
- Infección urinaria aguda o crónica.
- Cambios hormonales durante la menopausia en las mujeres.
- Tumores o cálculos (piedras) en la vejiga.
- Factores que dificultan la eliminación de orina de la vejiga, como agrandamiento de la próstata (en el caso de los hombres), estreñimiento o una cirugía previa de incontinencia.
- Consumo excesivo de ciertas bebidas o alimentos, como cafeína o alimentos picantes.
¿Cuáles son los síntomas de la Vejiga Hiperactiva?
La causa última de la vejiga hiperactiva se desconoce. Pero si que se sabe que está asociada a distintos procesos entre los cuales destacan:
- Urgencia miccional: sensación repentina e intensa de tener que orinar.
- Frecuencia miccional aumentada: la necesidad de orinar con más frecuencia de lo normal, incluso durante la noche. Puede llegarse a necesitar ir al baño más de 8-10 veces al día.
- Incontinencia urinaria: pérdida involuntaria de orina que puede ocurrir al no llegar al baño a tiempo. A este tipo de incontinencia se la conoce como “incontinencia de urgencia”.
- Dolor: en ocasiones estos síntomas miccionales asocian dolor intenso con la micción o a nivel suprapúbico (SVD/CI).
¿Cómo se diagnostica una Vejiga Hiperactiva?
Es imprescindible un correcto diagnóstico a través de una historia detallada y evaluación de síntomas. Entre las pruebas básicas a realizar se encuentra: análisis de sangre y orina, urocultivos seriados y un estudio urodinámico para valorar la función vesical. Además, la utilización de un diario miccional resulta de utilidad para valorar la intensidad de los síntomas y su monitrización posterior.
¿Cómo se trata la Vejiga Hiperactiva?
Se trata de un enfoque terapéutico muy individualizado. En función de los factores desencadenantes y posibles causas, se pueden administrar distintos tratamientos.
1.- Cambios en el estilo de vida: es siempre el primer paso. Disminuir el peso corporal, llevar una vida sana y evitar irritantes urinarios (café y/o tabaco). Así mismo, la fisioterapia vesical y los ejercicios del suelo pélvico pueden jugar un papel importante.
2.- Fármacos: Se trata de fármacos que tratan de “relajar” la vejiga para que no se produzcan las contracciones involuntarias que generan los síntomas. Los más frecuentes son:
– Anticolinérgicos: solifenacina, fesoterodina, oxibutinina.
– B3-agonistas: mirabegron
– Instilaciones de ácido hialurónico intravesical
– Inyecciones intravesicales de toxina botulínica
– Cirugía: en casos muy severos se puede recurrir a la cirugía.
La vejiga hiperactiva/dolorosa puede ser un desafío, pero existen opciones de tratamiento que pueden ayudar a controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida. La inyección intravesical de toxina botulínica es una opción eficaz y segura en pacientes adecuadamente seleccionados.
¿Soy candidato/a a inyección intravesical de toxina botulínica?
En caso de que los tratamiento orales (anticolinérgcos/B-agonistas) hayan fallado, y persistan los síntomas que deterioran la calidad de vida del paciente, se puede proponer el tratamiento con toxina botulínica intravesical.
Los pacientes NO deben presentar infección de las vías urinarias en el momento del tratamiento, para lo cual solicitaremos un cultivo de orina previo a la administración del tratamiento.
Deben administrarse antibióticos profilácticos entre 1 y 3 días antes del tratamiento, en el día del tratamiento y entre 1 y 3 días después del mismo.
BOTOX debe ser administrado por médicos con experiencia en la evaluación y tratamiento de las disfunciones vesicales.
¿Cómo se administra la toxina botulínica en la vejiga?
Fuente: Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS)https://cima.aemps.es/cima/dochtml/ft/72377/FT_72377.html
En función del tipo de Vejiga Hiperactiva se puede administrar de dos formas:
a.- VEJIGA HIPERACTIVA/DOLOROSA SIN hiperactividad neurogénica del detrusor:
Se inyecta BOTOX reconstituido (100 Unidades/10 ml) en el músculo detrusor con ayuda de un cistoscopio rígido o flexible, evitando el trígono y la base. La vejiga debe instilarse con suficiente solución salina con el fin de alcanzar una visualización adecuada para las inyecciones, pero debe evitarse la sobredistensión.
Deben realizarse 20 inyecciones distribuidas por toda la vejiga, de 0,5 ml cada una (volumen total de 10 ml). Tras administrar las inyecciones, la solución salina empleada para la visualización de la pared de la vejiga no debe vaciarse para que los pacientes puedan probar su capacidad de vaciado antes de abandonar la clínica. Debe mantenerse al paciente en observación durante al menos 30 minutos después de las inyecciones y hasta que se haya producido un vaciado espontáneo.
La mejoría clínica suele observarse en un plazo de 2 semanas. Debe considerarse repetir las inyecciones cuando se reduzca el efecto clínico de la inyección anterior (la duración media en los estudios clínicos en fase 3 fue de 166 días [aproximadamente 24 semanas] basada en la solicitud del paciente para repetir el tratamiento), pero no antes de 3 meses desde la inyección anterior en la vejiga.
b.- VEJIGA HIPERACTIVA/DOLOROSA E INCONTINENCIA URINARIA CON hiperactividad neurogénica del detrusor:
El procedimiento es exactamente igual pero en este caso se inyectan 200 Unidades/30 ml en el músculo detrusor administrando hasta 30 inyecciones distribuidas por toda la vejiga. La vejiga debe instilarse con suficiente solución salina para alcanzar una visualización adecuada para las inyecciones, pero debe evitarse la sobredistensión.
BOTOX debe ser administrado por médicos con experiencia en la evaluación y tratamiento de las disfunciones vesicales.